Un chef de Milano, la comunidad de Nolo y la segmentación de clientes

¿Te has preguntado por qué en publicidad insistimos en no dirigirnos a todo el mundo?

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Fredie Tone

6/10/20242 min read

Había una vez un chef italiano llamado Alejandro, conocido en Milán por sus deliciosos platos y su habilidad para satisfacer incluso a los paladares más exigentes. Un día, Alejandro recibió una encomienda muy especial y no esperada: preparar un gran banquete para una celebración comunitaria de las fiestas del barrio de Nolo. Los comensales eran niñas y niños, personas adultas, vegetarianas, amantes de la carne, personas con alergias alimentarias y gourmets exigentes.

Alejandro, en su entusiasmo por complacer a todas las personas, decidió preparar un solo plato gigante que pudiera servir a toda la comunidad. Pensó que una enorme olla de sopa sería una solución sencilla y eficaz, esperando que su sazón complaciera a todas las personas invitadas.

Cuando llegó el día del banquete, las personas invitadas se reunieron con entusiasmo alrededor de la mesa. Sin embargo, Alejandro pronto se dio cuenta de que su plan no estaba funcionando como esperaba. Las niñas y los niños se quejaban de que la sopa era demasiado picante, las vegetarianas se mostraban decepcionadas al ver trozos de carne flotando en el caldo, y aquellas con alergias alimentarias miraban la sopa con desconfianza, temerosas de los ingredientes ocultos. Al final, muy pocas personas disfrutaron realmente de la sopa, y se fueron del banquete sintiéndose insatisfechas.

Desconcertado, Alejandro se sentó a reflexionar. ¿Cómo podría haber fallado en su misión de complacer a todas las personas con su comida? Fue entonces cuando recordó un consejo que le había dado su mentor: "Conoce a tus comensales y cocina para ellas, no para ti mismo".

Decidido a enmendar su error, Alejandro decidió organizar de nuevo el mismo otro banquete, pero esta vez, se tomó el tiempo para conocer las preferencias y necesidades de cada grupo de invitadas. Preparó un menú variado: opciones vegetarianas llenas de sabor para quienes no comían carne, platos de carne jugosa y bien condimentada para quienes disfrutan de la carne, sopas suaves y sin picante para las niñas y niños, y opciones especialmente diseñadas para quienes tienen alergias alimentarias.

Cuando llegó el día del nuevo banquete, el ambiente era completamente diferente. Las niñas y niños disfrutaban de su sopa suave y nutritiva, las personas vegetarianas se deleitaban con coloridos platos de verduras, y todas las personas invitadas se sentían consideradas y atendidas. El banquete fue un éxito rotundo, y Alejandro fue aclamado no solo por su habilidad culinaria, sino también por su capacidad para entender y satisfacer a toda aquella diversa comunidad.

La historia de Alejandro y su banquete ilustra perfectamente por qué la segmentación es esencial en cualquier campaña de comunicación o ventas. Al igual que las personas invitadas al banquete, cada segmento de tu audiencia tiene necesidades y preferencias únicas. Si tratas de satisfacer a todas las personas con un solo mensaje o producto, es probable que termines no satisfaciendo a nadie por completo. Sin embargo, si segmentas a tu audiencia y personalizas tu oferta, puedes asegurarte que cada grupo reciba exactamente lo que necesita, lo que resulta en una mayor satisfacción y mejores resultados.