SEM y SEO: reflexiones sobre publicidad de pago y crecimiento orgánico

Como en el gimnasio, cada cuerpo es diferente, cada marca tiene su propio ADN y su propio ritmo de crecimiento. No hay fórmulas mágicas ni atajos universales. Pero sí hay una verdad fundamental: es mejor construir una presencia sólida, sostenible y orgánica, que depender de estímulos externos y pagados como único motor de crecimiento.

Al igual que en el entrenamiento personal, donde cada cuerpo responde de manera distinta a los estímulos, en marketing digital no todas las estrategias funcionan igual para todas las marcas. El principio de individualidad, nos enseña que debemos respetar el ritmo propio, personalizar la estrategia y entender que el crecimiento profundo requiere tiempo, constancia y adaptación.

Aplicado al marketing digital, esto implica que no podemos tratar a todas las marcas como si respondieran igual al SEM o al SEO. El crecimiento orgánico es un proceso continuo, alineado con los valores culturales, las necesidades de la audiencia y la reputación propia. En cambio, el SEM puede ofrecer resultados rápidos, pero muchas veces superficiales si no está integrado dentro de una estrategia mayor.

El SEM como la lotería de la publicidad pagada

No estoy en contra del SEM ni de la publicidad como herramienta. De hecho, bien usada puede ser un complemento valioso para amplificar resultados. Pero la forma en que muchas plataformas gestionan y automatizan las campañas puede resultar inquietante:

• Dependes de un algoritmo que no controlas por completo.

• No sabes nunca con certeza si las instrucciones que das al sistema son las “correctas”.

• Se parece más a aceptar reglas no transparentes, que a construir una estrategia sólida basándose en datos reales propios.

Es como participar en un sorteo, pagas una entrada esperando visibilidad, clientes, conversiones… pero sin garantías reales de qué combinación de acciones te va a dar éxito. El algoritmo decide, y muchas veces la marca queda supeditada a decisiones que no controla.

Esto no significa que las Ads sean malas, repito. Significa que si solo apuestas por el pago sin construir cimientos orgánicos, tu marca puede volverse vulnerable. Porque cuando detienes la inversión, si no tienes un crecimiento orgánico, tu visibilidad cae en picado.

El SEO como crecimiento estructural e importante

El SEO es como el trabajo constante en el gimnasio: no siempre visible, no siempre rápido, pero duradero. Invertir en SEO es invertir en construir autoridad, relevancia, confianza y afinidad con tu público. A diferencia del SEM, el crecimiento orgánico:

• Perdura en el tiempo.

• Está basado en la calidad real de tu contenido y en la utilidad que ofreces a las personas.

• Genera comunidad, no solo transacciones.

• Te libera de la dependencia absoluta del gasto publicitario.

Los grandes referentes del marketing digital con visión humanista, como Seth Godin, Rand Fishkin o Ann Handley, siempre han destacado la importancia de construir relaciones auténticas y sostenibles con las audiencias. La visibilidad verdadera no se compra, se gana.

El SEM y SEO no debe de ser una guerra de estrategia, sino una sinergia

El peligro no está en usar SEM, sino en confundir velocidad con dirección. Muchas marcas quieren alcanzar objetivos a cualquier costo, sin considerar si están construyendo algo que pueda sostenerse cuando se detenga la inversión. El SEM puede acelerar procesos, apoyar lanzamientos o amplificar mensajes. Pero si no existe una estrategia de SEO sólida detrás, todo lo que se logra con SEM será efímero.

La importancia del tiempo y el espacio

Todo proceso orgánico requiere paciencia y perspectiva. El algoritmo puede darte picos temporales de visibilidad, pero las relaciones humanas, la credibilidad y la autoridad se construyen con tiempo, con coherencia y con propósito.

Invertir en SEO es como fortalecer los músculos más profundos, no siempre se ve inmediatamente, pero una vez fortalecidos, sostienen cualquier otro esfuerzo (incluido el SEM). El objetivo real de crecimiento no debe ser solo alcanzar números.