Cómo fijar precios justos y rentables para tus servicios como autónomo: reflexiones desde la trinchera
Si hay algo que cuesta cuando empezamos a trabajar por cuenta propia es decidir cuánto cobrar por nuestro trabajo. A veces, parece que esta tarea es más arte que ciencia, y aunque he aprendido con el tiempo, todavía me encuentro cuestionándome si estoy fijando precios justos y, a la vez, rentables para mi supervivencia o para vivir dignamente.
ATENCIÓN AL CLIENTE
Fredie Tone
9/3/20244 min read
Si hay algo que cuesta cuando empezamos a trabajar por cuenta propia es decidir cuánto cobrar por nuestro trabajo. A veces, parece que esta tarea es más arte que ciencia, y aunque he aprendido con el tiempo, todavía me encuentro cuestionándome si estoy fijando precios justos y, a la vez, rentables para mi supervivencia o para vivir dignamente. Por eso, quiero compartir algunas reflexiones, experiencias y preguntas que me han asaltado —y siguen haciéndolo—, esperando que puedan ayudar a encontrar cómo poner en valor nuestro trabajo y sentirnos a gusto con ello. 😊
¿Por hora o por proyecto? Reflexiones sobre los modelos de fijación de precios
Algunas personas prefieren cobrar por hora, mientras que otras optan por establecer precios por proyecto. Yo he probado ambos enfoques y, para ser honesto, no tengo una respuesta definitiva sobre cuál es el mejor. 🤔 Es más, para algunos trabajos me funciona un modelo y para otros, el otro.
Cobrar por hora 🕒
A veces, cobrar por hora me ha permitido ser más transparente con el cliente. Informo del coste por hora y del tiempo que me puede llevar, especialmente cuando el alcance del proyecto no es claro desde el inicio. Pero esto también conlleva inconvenientes: en mi profesión, a menudo abordo proyectos o líneas de trabajo nuevas, por explorar. Definir aquí el número de horas que me va a llevar es un reto. Pero también me he preguntado: ¿realmente este modelo es justo para nuestros clientes? 🤨 No tener experiencia en un proceso está claro que lo alarga. ¿Es justo que el cliente pague por ello?
Cobrar por proyecto 💼
Por otro lado, establecer un precio fijo por proyecto te permite sentirte más cómodo al saber que el esfuerzo será compensado, independientemente de las horas invertidas. Sin embargo, también he tenido momentos en los que, al finalizar, me he dado cuenta de que subestimé el tiempo necesario. 😅 Esto me sigue pasando y me temo que presupuestar mal es algo que nos ocurre de manera recurrente en algún momento. La parte más atractiva en estos casos es que, si es un trabajo recurrente, protocolizarlo y buscar herramientas que automaticen procesos pueden acortar el plazo o la ejecución del proyecto, incluso mejorándolo con el mismo precio.
Factores a considerar al fijar precios (y que quizá te sirvan a ti) 📝
He aprendido que fijar precios implica muchos más factores que simplemente sumar los costos y añadir un margen de beneficio. A lo largo del tiempo, he identificado algunos elementos clave que siempre trato de tener en cuenta, aunque admito que no siempre es fácil.
El valor percibido 🌟
En ocasiones, me he encontrado pensando: ¿cuánto valor aporto realmente con mi trabajo? Sé que mis servicios pueden tener un impacto significativo en mis clientes, pero traducir ese valor en una cifra siempre me genera dudas. ¿Podemos aplicar ese valor sobre el precio del servicio? 🤔 Está claro que se puede; yo no suelo hacerlo. Mis precios son los que son y no suelen depender de lo que ganan mis clientes con ello.
Mis gastos y costos operativos 💸
Siempre he creído que es fundamental cubrir todos los gastos asociados con mi trabajo. Hay momentos en los que dudo si realmente estoy contabilizando todo: ¿estoy incluyendo el tiempo que dedico a formarme, las herramientas digitales, el marketing…? 🤷♂️ ¿Qué gastos suelen pasarse por alto? Es importante detenerse, revisar todo lo que haces y que implique un beneficio en los resultados de tu trabajo, como calidad, mayor conocimiento, etc.
La competencia y el mercado 📊
No suelo dedicar mucho tiempo a estudiar lo que otros profesionales están cobrando, aunque a veces creo que es útil para despejar dudas. En ocasiones, me han surgido preguntas como si era justo para mí alinearme con los precios de colegas que pueden tener más o menos experiencia o diferentes circunstancias.
Negociar tarifas: una conversación que siempre incomoda 😬
La negociación es, probablemente, una de las partes más complicadas y difíciles de aprender. No es fácil mantener la confianza y, al mismo tiempo, ser flexible y abierto a las necesidades del cliente. Con el tiempo, me he dado cuenta de que, dependiendo de la cantidad de clientes que tengo en ese momento, mi forma de negociar o establecer precios cambia.
Cuando hay muchos clientes o muy pocos 🔄
Cuando tienes muchos clientes, uno se siente más seguro para mantener tarifas y rechazar propuestas que no se alineen con lo que considero justo. Sin embargo, cuando el flujo de clientes disminuye, se hace más difícil decir que no. Las típicas preguntas que te asaltan son: "¿Y si no encuentro otro cliente en un tiempo?" 🤔 Esto me ha llevado a reducir tarifas en muchas ocasiones.
Comunicar el valor de forma clara 🗣️
Aun cuando hay más presión para cerrar un acuerdo económico, es útil explicar y detallar claramente los servicios que incluyo y que NO incluyo, y cómo esto puede ayudar al cliente.
Herramientas y recursos que me han ayudado (y algunas que todavía estoy explorando) 🛠️
Con el tiempo, encuentras algunas herramientas que te pueden ayudar a calcular precios de manera más justa y a calcular las horas de trabajo por proyecto. Por ejemplo, hay calculadoras para quienes trabajamos por cuenta propia, como Bonsai o And.co, que me permiten considerar todos los gastos y ajustar tarifas. También existen software de gestión de proyectos como Asana o Trello para tener un mejor control de mi tiempo y recursos. Yo utilizo Clockify para el control de horas por proyecto y, de momento, me ayuda bastante. 📈
Sigamos aprendiendo a valorar nuestro trabajo 🚀
Aún no tengo todas las respuestas sobre cómo fijar precios justos y rentables, pero creo que es un proceso continuo de aprendizaje, reflexión y ajuste. Cada experiencia de negociación, cada cliente, cada proyecto nos da una oportunidad de mejorar y sentirnos más seguros con las tarifas que establecemos.
¿Y tú como lo haces?